30 agosto 2006

¿Pero que coño me pasa?

Ya es miércoles así que no puede ser resaca. Este fin de semana me voy de viajecito express así que no puede ser hastío. No tengo a ninguna chica en mente (raro) así que tampoco puede ser desamor. Entonces ¿puede alguien decirme porqué al oir este precioso tema de Yma Sumac me siento tan sólo, miserable, melancólico, perdido y estúpido?. Será el cambio de estación, la edad o el atracón de galletas con chocolote de esta tarde.







Yma Sumac - "Ataypura"

28 agosto 2006

Ya estoy muerto

Hace dos meses que no actualizo este amago de blog y es que he sufrido una serie de accidentes que finalmente me han llevado a la muerte.

Todo empezó a principios de junio con la ruta de los festivales por la Peninsula. Primero fue el Primavera Sound en Barcelona. A finales de julio fue el FIB en Benicassim y solo hace unas semanas el Paredes de Coura al norte de Portugal.

Yo me jactaba con los míos de aguantar tanto cachondeo como solíamos hacer antaño y con menos pelo. Pero claro, al final se me pasó la factura.

El lunes pasado, recién aterrizado de mi viaje a Portugal-España, sentado ya en mi mesa de la oficina, sesión de Windows iniciada y café humeando a mi lado… ¡zas! me salta una ventana del messenger para agregar a un tal tu_dia_ha_llegado@hotmail.com.

Siempre me pudo la curiosidad y por eso he estado en la cárcel varias veces, pero esto no viene al caso ahora. Lo que si viene al caso es que tras agregar al desconocido, apareció en mi lista de contactos un tal “yo soy La Muerte y su estado actual era “Salí a comer”.

Abrí una conversación y escribí:

Golden Virginia dice:
Hola, quien eres?


Golden Virginia dice:
Has salido a coger fuerzas para seguir repartiendo matarile? jeje


Golden Virginia dice:

Obviamente no hubo respuesta, pero deje la ventana abierta y comencé con mis tareas de lunes-vuelta-de-vacaciones que incluyen:

  1. Abrir el messenger
  2. Abrir el correo corporativo
  3. Abrir alguna aplicación de trabajo por si hay que disimular
  4. Ojear la lista de correos por si hay alguno de extrema importancia
  5. Como no lo suele haber: leer los chistes que han danzado por la oficina en mi ausencia
  6. Sorbo de café
  7. Contestar a los chistes aunque sea una semana después
  8. Sorbo de café
  9. Borrar todos los correos que se dejen sin ser leídos
  10. Primer cigarro del día.

Finalmente nuestro amigo se decide a contestar, la ventana del messenger parpadea en la barra de tareas:

yo soy La Muerte dice:
No me conoces aún, pero muy pronto sabrás de mi.

Golden Virginia dice:
y como es que tienes mi cuenta de messenger?

yo soy La Muerte dice:
Eso da igual.

yo soy La Muerte dice:
Salda tus deudas, despídete de los tuyos y piensa tu último deseo porque pronto dejarás esta vida pervertida.

Golden Virginia dice:
ein?

Error: no se pudo entregar el mensaje:
ein?

El destinatario no se encuentra conectado o ha sido imposible entregar el mensaje


Vaya tela, ¿será la resaca?, en fin vamos a echar ese cigarro mañanero – murmuré.

Cerré la sesión para ir a prepararme otro café, llamé el ascensor, bajé a la planta cero, crucé el recibidor, salí a la calle, me lié un cigarro y metí la mano en el bolsillo de mis vaqueros para sacar el mechero, pero me lo había dejado arriba en la mesa.

Disculpe, tiene fuego – pregunté a un señor con corbata mientras le sonreía haciendo ese gesto de doblar el pulgar con la mano semi cerrada.

¿Hiciste lo que te dije? - respondió

¿Perdón, como dice?

Que si estas ya listo para acabar tu insulsa vida, ¿Cuál es tu último deseo?

¿Tiene fuego o no?

¿Es ese tu último deseo?, ¿no vas a ser capaz de pensar en nada que no sea en vivir cada instante, ni siquiera por una única vez? – agregó el tipo trajeado.

¡No puede ser! Debo de estar volviéndome loco, ¿eres tu el que acabo de agregar al messenger? No entiendo nada, ¿es una broma?

No hay nada que tengas que entender más que ha llegado tu hora. La hora que a todos, antes o después os llega, la hora de rendir cuentas, la hora del balance, la hora que divide un mundo del otro. Todos pensáis que nunca os va a llegar, algunos porque sois aún jóvenes, otros por olvido y otros simplemente por tozudez. Espero, por tu bien, que hayas dejado todo cerrado tras de ti, que no haya conversaciones por acabar, proyectos por finalizar o disculpas por hacer porque tu tiempo se ha acabado. Y ahora, si eres tan amable, tira ese cigarro y sígueme. – y calló.

Mira tío, no se quién eres, no se de que va todo esto y te aseguro que no me creo ni una puta palabra de todo ese rollo, pero ya que me has cabreado, permíteme que te diga que si realmente eres “La Muerte” ¡uuhhh!, es muy poco profesional presentarse por el messenger, se supone que tendrías que aparecer por casa de noche o algo así. Por no hablar de presentarte de chaqueta y corbata justo cuando me voy a fumar un cigarro, demasiado peliculero hombre. Una buena sotana negra, humo, algún arma campestre, algo más tenebroso joder. Y ya lo del “último deseo” es la leche, ¿que esperas que pida?: ¡ooh!, ¡te lo suplico!, déjame actualizar mi blog por favor, Venga ya hombre.