01 julio 2007

Cosas que cambian tu vida: El azar

Manolito Estriado-Santos siempre se hacia la raya en el lado derecho mientras ladeaba la cabeza hacia el izquierdo cada mañana antes de ir a la Facultad. Sin embargo este hecho no tiene ninguna relevancia para el resto de la historia que sigue.

Acabó su carrera de derecho en 6 años y 7 veranos. Fue un verano más de la cuenta porque el previo al comienzo de sus estudios, nuestro brillante estudiante no se fue con sus amigos a ningún festival de música en la playa, ni se pintó el pelo de azul ni se fumó un porro, sino que se compró libros de texto sobre romano, civil, internacional, penal, jurídico y mercantil. Y además de comprárselos, se los leyó acompañándolos con horchata de chufa que tanto le gustaba. De cualquier manera, estos datos, aunque bastante más descriptivos, no aportan grandes luces sobre lo que aquí se intenta explicar.

Tuvo varias ofertas de trabajo para bufetes de sus propios profesores. No era un tipo genial con el que irse a una isla desierta a pasar tus 27 días de vacaciones anuales, pero las leyes se le daban requete bien. A pesar de que su familia le aconsejó fervorosamente aceptarlos, Manolito había cambiado su deseo de convertirse en un abogado de prestigio por culpa de un sueño. En este caso, la descripción de aquel sueño tan concluyente sería de una importancia obvia para comprender este cambio de actitud. Pero ¿quién presta atención a la descripción de sueños de otros?... así es que nadie recuerda como fue aquel de Manolito y es imposible incluirlo ahora.

El letrado hizo su maleta, metió el peine que seguía usando desde los tiempos de la catequesis y se montó en un avión con billete de ida a un país donde no hablaban su lengua, donde se come a horas raras, donde la gente ama un deporte incomprensible y donde llueve tanto que la hierva crece espontáneamente en los sobreros de los caballeros. Buscó un trabajo, hizo amigos fantásticos, aprendió a chapurrear aquella lengua de orcos y un día se despertó satisfecho por haber hecho algo que lo realizaba como ser humano. Manolito se sentía dueño de su presente y afrontaba el futuro con alegría y sin miedos. Tanto era así que una vez se atrevió a hacerse la raya en el lado izquierdo (valga el dato insulso por una estúpida vez).

Ayer nuestro Manolito tuvo un golpe de suerte que le ha hecho recapacitar mucho. Estaba buscando un piso nuevo; uno de esos que se comparten con gente que al principio son completos desconocidos. Había visto como quince a lo largo de los últimos tres meses. Unas veces las condiciones eran buenas y otras los inquilinos parecían interesantes, pero raramente casaban ambos sabores. Buscando y buscando en Internet, hubo uno a mediados de esta semana que parecía genial. Al día siguiente, el último compañero que quedaba por conocer llamó para quedar en la Estrella del Norte y conversar con una cerveza, casi como una cita a ciegas. Resultó ser un tipo estupendo y la entrevista se convirtió en varias birras con risas y buena conversación.

Manolito celebró a lo grande anoche haber encontrado justo lo que buscaba y esta mañana se ha despertado con un merecido dolor de cabeza y con la extraña sensación de que en la vida, algunas cosas muy importantes, dependen absolutamente del azar. Ha comido pasta con una salsa de su propia invención y ya está preparado para salir a tomarse otro medio millón de cervezas, pero la verdad es que estos matices no aportan mucho a la historia que se acaba con este punto.

4 comentarios:

superpicnic dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me he leído todos tus post de un tirón, reprimiendo mis ganas de contestar hasta llegar a éste. Eres capaz de pasar del "Espíritu del Molinico" a la aventura urbanita sin pestañear, siempre lacado con una agradable patina del estilo de personaje contrario. ¿No sería Manolito el "Caraculo" con el nombre cambiado y después de unos años? ¿No eres tú mismo un poco Manolito? Creo que es la típica discusión ejecutable compartiendo un gofre-jevi...

superpicnic dijo...

avizandum: me alegra divirtirte con mis historietas jeje, todo lo que dices tiene un poco de verdad...

eSadElBlOg dijo...

Me alegro por Manolito.
y me pregunto cuál seria ese sueño?