La brújula, la pólvora, la seda, el ábaco y el papel si, pero lo del trenecito no lo sabía.
Si has sonreido, deja un mensaje o el espiritu del cuarto de la fila de la derecha se colará entre tus sábanas para meterte algo más que miedo. Opcionalmente (y de manera extraordinariamente excepcional) puedes cortar y pegar este mensaje en un email y mandárselo a todos tus contactos en menos que se reza un avemaria. Si tampoco haces esto que te digo y crees que es un engañabobos u otra de esas bromas del
internet del carajo, mañana te levantarás y el segundo de la fila estará debajo de la cama para cogerte por los tobillos. Aparecer de esta guisa en la oficina es más que engorroso, según aseguran los más de dos mil esquimales que ya han sufrido esta maldición ancestral.
Si por el contrario no has sonreido, no hace falta que vuelvas más por aqui. Y por cierto, si pulsas el botón ese redondito de tu ordenador, ¡ese ese, el del centro con la luz verde!, aparecerá un mago con una cocacola fria al instante.
2 comentarios:
¿Me explicas lo del tren? últimamente alucino mucho con estas civilizaciones antiguas (Ahora, gradcias a que Gibson me lo ha recordado, estoy con lo MAYA...)
era por el trenecito jeje
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